El Pórtico de la Gloria
El Pórtico de la Gloria, policromado en su origen con ricos colores y oro, fue retocado por Crispin de Evelino en 1651, que recibió 130 ducados “por pintar y encarnar los brazos, pies y manos de las figuras que están en la portada principal” y, de cuyas pinturas aun se conservan trazos en los rostros y vestimentas de algunas figuras. Sufrió primero las inclemencias de los tiempos durante las varias centurias que estuvo al exterior del edificio, y después las manos de los obreros que tuvo a su cargo el italiano Domingo Brucciani, encargado por el Gobierno inglés, en 1866, para hacer un vaciado de tamaño del original, que en yeso se exhibe en el Museo de South Kensigton. Parte de la policromía original se quedó adherida al mode de yeso. El coste de las obras de la reproducción ascendió a 2.300 libras esterlinas.
Esta obra maestra del siglo XII del Maestro Mateo y uno de los más grandes monumentos del arte cristiano. Se levanta sobre un rectángulo de unos diecisiete metros de largo por cuatro y medio de ancho y nueve y medio de alto.
Esta obra maestra del siglo XII del Maestro Mateo y uno de los más grandes monumentos del arte cristiano. Se levanta sobre un rectángulo de unos diecisiete metros de largo por cuatro y medio de ancho y nueve y medio de alto.
Comenzó la obra el citado Maestro por encargo de Fernando II, cuando en peregrinación visitó a Santiago, siendo Arzobispo Pedro Gudesteiz, concluyéndola veinte años después, en 1188, bajo el pontificado de D. Pedro Suárez de Deza, teniendo que derribar, para ejecutarla, la fachada principal levantada cien años antes.
En la base del tímpano y en la cara que mira hacia el pavimento se lee una inscripción en latín referente a la fecha de construcción y nombre del arquitecto Mateo, a quien el Monarca concedió una pensión anual de cien moravetines de oro.
El Pórtico de la Gloria antiguamente fue el frente exterior de la Catedral, ahora, se encuentra detrás de la gran fachada del Obradoiro. Se compone de tres zonas bien diferenciadas, un gran arco central divido por un parteluz y dos arcos laterales, representando cada uno de ellos diferentes episodios.
En el arco del centro, que está sostenido por un parteluz, se representa la Iglesia Católica; en el de la izquierda la Iglesia de los Judíos; y en el de la derecha la Iglesia de los Infieles.
Arco central.- La iglesia Católica: La vista es atraída por la gran figura sedente y hierática del centro, que mide cer ca de tres metros de altura. Su tamaño desproporcionado es debido a la costumbre de los escultores de la Edad Media de agrandar sus figuras principales para dar más importancia al efecto general. Representa a Cristo mostrando las manos, pies y costado heridos, sentado sobre faldisterium , con rostro sereno y cabeza orlada con un nimbo crucífero. Detrás del parteluz hay una figura arrodillada que es la efigie del arquitecto Mateo. Se conoce en la localidad con el nombre de Santo dos Croques. Donde se cumple el rito de golpear la cabeza contra los abultados rizos del maestro para adquirir memoria y talento.
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